¿Quieres saber cómo definir a tu cliente ideal y cómo encontrarlo?¿Qué tipo de cliente es con el que quieres trabajar desde tu marca personal?
Cuando hablamos de cliente ideal, nos referimos a esa persona a la que quieres atraer a tu marca personal y que hace que todo lo que haces merezca la pena. Lo importante de la figura de tu cliente ideal es que empatices con ella, que entiendas sus preocupaciones, sus dudas y sepas crear un camino de confianza para lograr que camináis juntos en busca de lo que anhela y tú le puedes dar.
Ella tiene sueños, ilusiones, aspiraciones, preocupaciones que quiere cumplir y tu puedes ayudarle a lograrlo gracias a lo que tú y tu marca le podéis aportar.
Pero uno de los principales retos es saber definir de manera correcta a este cliente ideal del que estamos hablando. A lo largo de mi experiencia, la definición del cliente ideal es uno de los mayores obstáculos que se presentan y es el error más común y que más dificulta que posteriormente las estrategias que se ponen en marcha funcionen o fracasen.
No todo el mundo tiene que entender qué es lo que haces
Tabla de contenidos
¿Qué inconvenientes tiene no tener bien definido a tu cliente ideal?
Es difícil crear un boceto de tu cliente ideal, más si aún no lo conoces pero en ese punto puedes jugar con la imaginación.
Si no tienes claro quién es tu cliente ideal y no te decides a buscar la mejor forma para ti que te permita definirlo, te encontrarás con una serie de inconvenientes a lo largo del camino como por ejemplo que:
- aceptas a cualquier cliente que llega a ti, aún no siendo tu cliente ideal.
- repercute en tu posicionamiento de tu marca en tu sector de referencia
- terminas trabajando con clientes que no valoran tu trabajo y dificultan tu labor.
Si este tipo de clientes te llegan muy a menudo, puede ser resultado de que tienes un problema de posicionamiento que proviene de no haber definido inicialmente correctamente a tu cliente ideal, o como en muchos casos ocurre, de ni siquiera haber realizado este proceso de definición.
Pregúntate ¿qué estás haciendo o comunicando para que esos clientes piensen que tú eres la solución a sus problemas o necesidades?
Si las personas que llegan a ti no son tu cliente ideal, seguramente no te sentirás bien trabajando con él/ella y te sentirás que no estás haciendo lo que realmente te gustaría de la manera que te gustaría.
¿Quién es tu cliente ideal y cuáles son las 5 claves para ayudarte a definirlo?
No todo el mundo es tu cliente y no todo el mundo tiene por qué entender lo que haces. Pero normalmente la persona que es tu cliente, esa persona para la que verdaderamente están tus productos o servicios entiende de manera mucho más sencilla qué haces.
Para mi tu cliente ideal es la persona que responde a las cinco claves que a continuación te voy a dar. Es una persona que:
- Tiene un problema o una necesidad específica en las cual tú le puedes ayudar de alguna manera.
- Es consciente que tiene esa necesidad o ese problema. Sabe que hay algo que no encaja y tiene la mínima consciencia de que hay algo que falla.
- Suele estar en un momento en el que está buscando una solución de forma activa.
- No ha encontrado aún soluciones o ha encontrado soluciones pero no le convencen, o no le han solucionado su problema hasta ahora.
- Tiene la capacidad económica para poder invertir en tu producto o servicio para solucionar su problema.
Por lo tanto, tu cliente ideal es la persona que tiene un problema, que quiere solucionar ese problema y que además tiene la solvencia económica que le permite invertir en tus servicios para lograr la solución que tu marca tiene para él/ella.
Todo lo que esté fuera de esta definición no es tu cliente ideal. Si no es consciente de su problema, si tienes que convencerle para que quiera solucionar su problema o si no tiene ni siquiera la solvencia económica que le permita adquirir tu servicio, entonces esta persona no es tu cliente ideal. Debe cumplir estas cinco premisas anteriores que te he mencionado.
Con lo cual como ves, no todo el mundo puede ser tu cliente ideal.
Además de todo, puedes fijar una serie de características personales que pueden complementar la imagen de tu cliente ideal, porque con estas características con las que acabas de definirlo, sientes que además es un plus a la hora de trabajar con esta persona.
Si no trabajas con tu cliente ideal, vas a sentir que pierdes mucha energía en el camino.

Crea el arquetipo de tu cliente ideal
Puedes basarte en personas que ya conoces o inventarte el perfil de esa persona con la que te gustaría trabajar. Pero además puedes completar el perfil de tu cliente ideal creando y completando un arquetipo con información adicional como la siguiente que te expongo:
Nombre,
Imagen
Edad, Sexo.
Criterios geográficos.
Situación familiar
Cuál es su nivel adquisitivo
Cuál es su historia
Que le preocupa
Que quiere solucionar
Que teme que si no cambia vaya a ocurrir,
Cuál es su sueño,
Cómo se relaciona con las redes sociales
Qué tipo de contenido suele consumir,
A qué tipo de referentes le gusta seguir,
Pero tan importante es conocer este tipo de detalles como profundizar en las emociones de tu cliente. Conocer sus emociones te ayuda a entender el interés que mueve a tus clientes por tu marca o por tus servicios. Si empatizas con tu cliente y conoces qué emociones reinan en él, te puede dar muchas pistas de qué mensaje crear para conectar con él y qué propuestas pueden ayudarle para solucionar sus necesidades.
Y ahora, ¿dónde encuentro a mi cliente ideal?
Si estás comenzando debes testar dónde está tu cliente ideal. Si ya llevas tiempo ya sabrás más o menos dónde lo puedes encontrar.
Tienes que lograr visibilidad en los lugares donde ya sabes que está tu cliente ideal. Para ello necesitas dar lo mejor de tu marca y liberar tu personalidad para ser la elección indudable de tus clientes.
Encuentra y explorar el atractivo de tu marca, su autenticidad y su personalidad propia para ser la mejor opción para tus clientes y poder elevar tu marca y posicionarte como marca referente de tu sector.
Recomendaciones:
Ten en cuenta que todo tu marketing, web tiene que dirigirse al cliente al que verdaderamente quieres atraer. Debes trasladar la información del perfil de tu cliente ideal a todo lo que lleves a cabo desde tu marca personal para lograr conectar con la persona con la que deseas trabajar en tu día a día.